domingo, 22 de abril de 2012

Spence

Buenas! Bueno, hace algo así como 2 meses que no actualizo nada... Aunque no creo que importe, ya que muy poca gente me lee. Pero también me da igual, porque yo voy a seguir escribiendo :D
En fin, voy a aprovechar para hablar de una trilogía de libros llamada "La Academia Spence", me la leí hace unos pocos años y esta última semana me he vuelto a leer los tres libros("La Orden de la Academia Spence", "Ángeles Rebeldes" y "Dulce y lejano", por ese orden), y me gustaría hacer una reflexión sobre estos. La autora es una tal Libba Bray, neoyorquina, sin embargo esta trilogía se desarrolla en Inglaterra, a finales del siglo XIX, en la llamada época victoriana. Aparte de la fantasía, un mundo al otro lado de poderes y demás, estos libros hacen una burla a la sociedad de esa época y a sus encorsetadas costumbres y tradiciones. En concreto, la protagonista (Gemma), es bastante rebelde y tiene una manera de pensar un poco más moderna que los que la rodean. Esto es muy interesante, sí, pero a lo que yo iba es al final de la trilogía (SPOILER): durante los tres libros, la escritora deja muy claros sobre es el personaje principal los principios del feminismo, la libertad y la lucha por la igualdad. Aunque este mismo personaje mantiene una bonita y prohibida historia de amor con un joven indio (Kartik), por el cual parece que lo dejaría y lo daría todo. Sin embargo, al final del último libro, para poder salvar a su amada y que ésta sea libre, el chico muere, sacrificándose para siempre por ella. Salvo por ese "pequeño" detalle (por el cual más de una y más de dos hemos vertido algunas lagrimillas sobre sus páginas), la historia acaba bastante bien, con todo concluido y resuelto, y la protagonista, tras su presentación en sociedad (una tradición entre las clases altas de Europa de la época), decide dirigirse a Nueva York, para empezar una vida nueva y poder cuidar de sí misma, seguir estudiando en la universidad y trabajar para vivir (un escándalo entre las damas más conservadoras de entonces). En fin, que ella se va, pero sola, sin nadie, sin su amado Kartik. Y me pregunto yo ¿estará siempre sola y no se volverá a enamorar? ¿será feliz, en ese caso, siendo libre pero sin amor? ¿qué es más pesado, el éxito o el afecto? La verdad es que me preocupan bastante estas cuestiones... Yo sinceramente creo que se puede llegar a alcanzar la plenitud y la felicidad en una vida sin pareja, pero cada vez que lo pienso, dudo más...
Y bueno, quedaos con eso, y hasta otro día :)

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