Joanna es joven, mujer casada y además escritora. Pero no escribe. Joanna es feliz.
Pienso que nunca es tarde para escribir sobre una
película que te ha impactado, aunque ya hayan pasado algunos años desde su
estreno. ‘Solo una noche
(Last Night)’ es una de esas películas que contienen poca acción y
mucho diálogo ─aunque las claves para comprender el filme sean
precisamente las pequeñas y grandes acciones que llevan a cabo los personajes─. Además no es fácil adivinar el
final, lo que resulta ser toda una hazaña para cualquier cinéfilo de hoy en día, una verdadera
alegría. Si preguntásemos a una persona aleatoria de qué trata esta película,
seguramente nos contestaría algo como “ya sabes, relaciones, amor”. Y daría
en el clavo. Tres relaciones, cuatro personajes. Un matrimonio, la compañera de
trabajo del marido, el antiguo amante francés de la esposa. Ah, y dos noches,
no una; la última de esas noches, no cualquiera de ellas ─los matices que
perdemos en la traducción, nada nuevo─.
Keira Knightley nos deleita con una interpretación fina y exclusiva,
dándole vida a un personaje complejo pero desenfadado a primera vista. Eva
Mendes y Guillaume Canet tampoco nos dejan fríos. El que sí lo hace,
tristemente, es Sam Worthington, con una actuación ambigua y que llega a trastocar
de una forma considerable la conclusión final que nos formamos de la película.
El filme trata la idealización; idealizamos a una compañera atractiva a la que no conocemos realmente, pues lo desconocido ─y lo arriesgado─ es dos veces atractivo. Idealizamos al chico francés con quien pasamos unas semanas hace ya años y él también nos idealiza, porque fuimos pasado, porque fuimos efímeros; añoramos una estrella fugaz y pasamos por alto el cielo continuamente estrellado.
El filme trata la idealización; idealizamos a una compañera atractiva a la que no conocemos realmente, pues lo desconocido ─y lo arriesgado─ es dos veces atractivo. Idealizamos al chico francés con quien pasamos unas semanas hace ya años y él también nos idealiza, porque fuimos pasado, porque fuimos efímeros; añoramos una estrella fugaz y pasamos por alto el cielo continuamente estrellado.
‘Last Night’ trata el deseo vacío, la añoranza de lo que nunca se tuvo en las manos, el deseo de tenerlo y por encima de ello, hacer lo correcto. ¿O lo más fácil? Son dos cosas que no se suelen confundir, pero siempre hay excepciones.